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El fin del Verano estaba cerca. Pero aun así hacía mucha calor, desde luego para mí. Me fui del centro de la ciudad para dirigirme a la ciudad que estaba al suroeste y que contactaba con dos ríos: Dor y Yul. Me preparé todo lo que pude para que no me faltase nada en el viaje. Como siempre iba solo. Me llevé un buen rato caminando, se podría decir unas tres o cuatro horas. Estaba empezando a tener hambre, así que cogí una manzana de mi bolsillo y me la comí sin dudarlo. Paré a descansar un ratito, logrando conseguir mayor rendimiento. Volví de nuevo al camino, ya a lo lejos se veía uno de los ríos de Vaisel.

Con todas mis ganas esprinté para llegar al río y refrescarme un poco. Me quité las hombreras, ya que llevarlas todo el día cansaba. Me refresqué la cara, el agua estaba buenísima. La Espada la dejé cerca mía por si alguien venía a atacarme o por si alguien me la quitase. Decidí refrescarme todo el cuerpo. Me quité todo lo que llevaba encima menos los pantalones y me tiré de cabeza. Cerré los ojos y me relajé un rato, había tenido mucha presión días atrás. Aunque, me gustaría hacer un viaje por ahí, a explorar nuevos mundos.

Hacia dias que había dejado Alis Lithban. Habia querido conocer más allá de ese terreno en el que siempre habia vivido, queria conocer todo Idhún y si me quedaba encerrada en los alrededores de la torre nunca lo podría conseguir. Cogí camino al este, rumbo a Celestia. Tenia que cruzar los picos de fuego para poder llegar a la ciudad. Hacia mucho que no andaba en mi forma humana, asi que decidí hacer la primera parte del viaje siendo unicornio, y la segunda, cuando ya hubiera gente por los alrededores, de humana para que nadie me viera. De humana tardaba demasiado, pero tenia que hacerlo, no podia jugarmela de esa manera. Viajando a la velocidad de la luz el primer tramo se me hizo muy corto pero el otro, duró unos cuantos días. Al cabo de las horas, llegué andando a la ciudad de Vaisel, y luego, un poco más lejos y fuera de donde estaba la gente habia un río. Me agaché allí y me mojé la cara, limpiandola y refrescandola, porque aunque iba a comenzar el otoño, aún hacia demasiado calor. Me eché el pelo hacia atrás y me mojé el cuello, ladeando la vista y dandome cuenta entonces de que allí había alguien más. Habia ropa y una espada enorme al lado del rio. Instintivamente me llevé la mano a una de las dagas de mis piernas, pero no creo que nadie atacará, y si lo hacia oiria la espada, por lo grande que era. Supuse que alguien más se estaria refrescando allí asi que pasé del tema. Cogí agua en abundancia y me mojé la cara de nuevo. El agua se derramaba pero asi por lo menos pasaba menos calor, y la ropa se secaria pronto seguramente. Al levantar la cabeza ví a un chico cerca mía, y cuando cruzamos miradas sonreí un poco. Hacia mucho que no trataba con otras personas, de distintas razas. - Hola.-dije simplemente, con esa leve sonrisa en el rostro. Estaba muy cansada y no tenia ganas de moverme de allí en varias horas, asi que me quite los zapatos lentamente y metí los pies en el agua fría. Entrecerré los ojos y suspiré, que bien se sentia esto con este calor.

Seguía con los ojos cerrados y disfrutando del agua. Cuando de pronto escucho a alguien o algo beber agua o algo parecido. No le hice mucho caso, pensé que sería un animal inofensivo que bebía agua. Apoyé mi nuca sobre mis dos manos mirando al cielo, pero seguía con los ojos cerrados. Al nada escuché como coger agua en cantidad y ya pensé en que no podía ser un animal. Así que abrí el ojo izquierdo y miré a una chica de reojo. Era alta, bueno, en realidad era un poco más baja que yo, su cabello era largo y de color verde, no se veía donde llegaba, pero eso sí sobrepasaba la nuca, su piel era clara, era más o menos como la mía, unas buenas curvas y un cuerpazo, creo que me pasé y si no vi mal un tatuaje.

Al verla se puso muy sonrojado y se sintió incapaz de moverse. Ella me sonrío, yo la seguía mirando sonrojado. Se quito sus zapatos y se metió en el agua, yo desvié la vista de ella. Metió su pie lentamente y entrecerró sus ojos, yo volví a mirarla. Me dijo "hola", como yo era muy callado y tímido con las chicas no pude decirle nada, pero aun así lo intenté. - H-h-ho-la... Dije en voz baja. Empecé a mirar hacia el suelo, me fijé en su pierna y parecía tener algo ahí escondido, ya que le hacia un bulto, parecía una daga o algo parecido. Yo me quedé ahí sentado, supongo que si no hizo nada no más llegar no me hará nada ahora. Excepto violarme.

Sonrei al sentir el frio del agua en mi piel, aun con los ojos entrecerrados. Tantos dias andando con este calor merecia esto ahora. Abrí un ojo y observé al chico que miraba hacia el suelo, me hizo gracia su respuesta, o estaba nervioso, que era lo más probable por su sonrojo, o esque era tartamudo (?). Cuando desvié mi mirada hacia el cielo parecía que miraba a mi pierna, probablemente habia notado la daga que ocultaba bajo la ropa. Lo veo de reojo sentarse en la orilla del rio donde yo estaba sentada aunque un poco más lejos. Giro la mirada del todo hacia él y sonrío un poco.- ¿Te ocurre algo?.-pregunto en voz baja sin saber muy bien porqué. Me acerco un poco a él con una sonrisa, sentandome más cerca. Toco con una mano el agua que hay delante mía, sonriendo un tanto, por poca cosa. Vuelvo a mirar al cielo.- Asi puedo pensar que te caigo mal, y eso al acabar de conocernos no es muy agradable, ¿no?.-lo miro riendo un poco y me remango un tanto los pantalones, lo suficiente para que no se me moje la ropa al estar de pie en el rio, aunque tampoco esque tenga mucha profundidad. Me pongo de pie, y tengo suerte de que el agua no llega a mi ropa, rio un poco por lo simple de mi felicidad. Con la intención de que ese chico no fuera tan tímido, le hecho un poco de agua, mojandolo, y le saco la lengua divertida.- Ven a vengarte si quieres. Hay que dejar la timidez de lado. -canturreo alejandome un poco de él, sonriendo. Ni siquiera sabia si era humano normal o de alguna raza, pero supongo que da igual que raza posea alguien. Me gusta conocer gente sean como sean.

La chica de repente sonrío, seguía con los ojos entrecerrados. Cuando estaba mirando el suelo me sentí observado, la miré de reojo y efectivamente me estaba mirando. Me vio sentarme a la orilla del rió, es decir, más lejos. Empezó a observarme de nuevo y me preguntó que si pasaba algo en voz baja, desde luego nada, solo que yo soy tímido. Aunque ya no me sentía tan tímido como antes. Se acercó un poco hacia mi con una sonrisa. Toco el agua y sonrío de nuevo, no comprendía porque esta persona podría sonreír siempre y por tan poca cosa, yo la seguía mirando. Volvió a mirar al cielo y me dijo que podía pensar que la caía mal y que eso sería no muy agradable si no acabamos de conocer. Era verdad lo que decía, así que intenté a hablar. - No. Me cae bien señorita... Dije en voz baja y sonriendo un poco. Me sonrío de nuevo y se remangó el pantalón. Por alguna razón empezó a echarme agua y me sacó la lengua, no comprendía nada. Me dijo que había que dejar la timidez al lado y que viniese a vengarme. Ella se alejaba de mí, yo alzaba una sonrisa de medio lado.

Me levanté. Estiré un poco mis músculos y la miré. Empecé a correr detrás suya y me tiré encima de ella, haciendo el menor daño posible y quedando encima de ella mirándola a los ojos. - Ya te pille... ¿no era lo que querías?. Dije riéndome.

Al verlo levantarse me aleje un poco mas, y cuando me miro rei, huyendo cuando vino detras mia. Al menos se habia animado el ambiente y ya no parecia tan tenso. Aunque algunas veces estuve a punto de caerme al agua, pude evitarlo, aunque realmente me apetecia mojarme, pero al no tener mas ropa que la que llevaba era algo complicado. Despues de unos cuantos intentos me pillo, tumbandome en suelo cerca de la orilla, si me hubiera tirado al agua, se hubiera liado aqui (?) No pude evitar reirme cuando dijo eso y volvi a sonreir.- En realidad queria que dejaras la timidez, y lo has hecho.- digo riendo por lo bajo de nuevo. Sus ojos son de color azul oscuro cosa que no me habia fijado antes, pero ahora debido a que hemos cruzados las miradas tan de cerca si me he podido fijar. Despues de reirnos un tiempo volvimos a sentarnos, y entonces me levante un momento, para quitar ambas dagas de mis piernas, seguramente con este chico no las necesitara. Las deje a un lado mio y me sente de nuevo con las piernas metidas en el agua.

De repente me habia dado hambre, y rememore la ultima vez que pille algo de comida. No fue hace mucho, pero siempre acostumbraba a comer demasiado. Lo mire y le dedique una media sonrisa. Que estupido era sonreir tantas veces, pero me salian sin mas las sonrisas, aunque realmente no fueran con mi estado de animo.- Ahora si puedes decirme tu nombre. Yo soy Alanna, encantada.-sonrei. Tenia un poco de miedo a que llegara el momento en que quizas preguntara por mi raza. No me gustaba mentir, pero siempre que me preguntaban tenia que decir que era una humana normal y corriente. Nadie podia saber que era un unicornio. A traves de los escritos y noticias de la anterior salvacion de Idhun, me di cuenta de que el unicornio que entonces habia, tenia que estar realmente agobiado, siendo el unico. Ahora, ciertamente habia mas de mi especie, pero el agobio y las ansias por la magia seguian siendo las misma que antaño, y preferia intentar aparentar que mi vida era corriente.